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Cómo ahorrar plata y evitar que pierda su valor

Reservar dinero de tus ingresos es difícil pero no imposible. Es crucial que lleves un control sobre tus gastos e ingresos, que evites los gastos hormiga, que aproveches las promociones de los bancos y la financiación de las tarjetas de crédito y que definas un monto a ahorrar por mes y un plazo para alcanzar tu objetivo.

¿Querés comprar algo y no te alcanza el dinero? Para poder darte gustos y disfrutar es clave que aprendas a ahorrar. El secreto es separar una porción de tu dinero para usarlo en el futuro, sin gastarlo hoy. Para eso, tenés que tener un objetivo o meta a cumplir, un plazo estimado de ahorro, una buena dosis de planificación para no perder poder adquisitivo, y mucha disciplina. En esta guía, te ofrecemos una serie de técnicas y secretos para que le saques todo el jugo a tu dinero. Antes que nada, sabemos que es difícil. Los números lo dicen: sólo 17% de los jóvenes logra alcanzar sus objetivos de ahorro. Además, en el 53% de los casos relevados, el plazo por el que mantienen sus ahorros es menor a 3 meses, mientras que sólo un 13% ahorra por más de un año. Estos datos surgen del programa Aprendiendo a Ahorrar, organizado por el Banco Central y el Ministerio de Educación de la Nación. Hay que ir paso a paso. ¿Qué es ahorrar? Ahorrar es un concepto diferente a invertir. Invertir es destinar dinero (los ahorros) a instrumentos que puedan generar un rendimiento a cambio de asumir un riesgo. Es decir, es usar la plata ahorrada para un proyecto o negocio que de ganancia. La inversión puede generar ganancias, pero también pérdidas si no se hace correctamente. Ahorrar nos permite alcanzar objetivos a corto, mediano y a veces a largo plazo. Las inversiones, en tanto, tienen mayores rendimientos y, por ende, muchas veces son utilizadas para alcanzar objetivos de largo plazo a costa de asumir mayores riesgos. Destacado: Es muy importante aprender a ahorrar para que nuestro dinero no pierda valor con el paso del tiempo. Si bien los ahorros se pueden invertir, también se pueden separar para no correr riesgos. Depositarlos en un plazo fijo, por ejemplo, es una forma de asumir menos riesgos, aunque la tasa de interés -en términos generales, tu ganancia- sea menor que la de otras formas de inversión.

Por qué y cómo ahorrar

El gran desafío que plantea la economía para ahorrar es la suba de precios. Es decir, tenemos que aprender a ahorrar para que nuestro dinero no pierda valor con el paso del tiempo. Por ejemplo: si decidimos no gastar los 100 pesos que cuesta ese alfajor que nos tentó, podríamos “ahorrarnos” ese dinero en un cajón. El tema es que si esos 100 pesos los sacamos dentro de un año, ya no nos alcanzará ese billete para comprar el mismo alfajor, que puede llegar a costar el doble. El desafío del ahorro entonces es doble: reservar dinero de nuestros ingresos y asegurarnos que éste no se deprecie con el paso del tiempo. Lo más importante para empezar a ahorrar es tener un control de tus gastos. Para ahorrar no necesitás grandes sumas de dinero. Al tratarse de un hábito, es algo que tenés que incorporar a tu conducta. Llevando una lista podés descubrir cuáles son los gastos hormiga, es decir, aquellos gastos superfluos que realizas sin darte cuenta: una gaseosa, un alfajor, un taxi, o una comida afuera. Por lo general, son compras impulsivas e imperceptibles, pero que sumadas consumen buena parte de tu ingreso mensual. Lo cierto es que disminuyen considerablemente tu capacidad de ahorro, por lo que hay que tener un control sobre ellos. Los especialistas en consumo aconsejan hacer una lista antes de ir al supermercado, para no comprar productos que no se necesitan y, así, no gastar de más. También es importante comparar precios, averiguar los financiamientos más convenientes (por ejemplo, cuotas sin interés que ofrecen las tarjetas de crédito) y aprovechar las promociones de los bancos. En definitiva, se trata de evaluar exhaustivamente antes de gastar dinero.

El presupuesto

Al mismo tiempo que hacés una lista con tus gastos, es importante que hagas otra lista con tus ingresos, para saber cuánto dinero disponés por mes y decidir cuánto estás dispuesto a gastar y cuánto a ahorrar. Una vez que tomás esas decisiones, tenés que ajustar tu presupuesto mensual para cumplir tu objetivo. Es importante saber para qué queremos ahorrar y calcular cuánto tiempo tomará alcanzar los objetivos que nos proponemos. Por eso, es bueno tener un calendario o cronograma con plazos para estimar cuánto tiempo llevará juntar el monto necesario para darte el gusto que deseas, desde comprar un celular o una computadora hasta pagar las próximas vacaciones de tu familia. Para facilitar el hábito de ahorro y el registro de gastos e ingresos, podemos usar una serie de herramientas y alternativas que ofrecen los bancos: como depositar dinero en plazos fijos o fondos comunes de inversión. Por ejemplo: los plazos fijos UVA, de los que hablaremos más adelante, ajustan el capital invertido a la inflación. Es una forma fácil de saber que estás ahorrando el dinero sin perder poder de compra. Siguiendo la historia del alfajor: en forma hipotética, si guardaste los 100 pesos y los pusiste en un plazo fijo UVA, al año siguiente, esos 100 pesos habrán -hipotéticamente y según la inflación- duplicado su valor. Los bancos ofrecen la posibilidad de simular el plazo fijo de manera online, calcular la ganancia que obtenés a distintos plazos y tasas. Si tenés Itaú, podés hacerlo desde home banking o la app Itaú Argentina. (incluir acá el link al simulador de PF)

Tener billetes en tu casa es riesgoso: pueden robarte, pero, también, perdés capacidad adquisitiva frente a la inflación.

Los Planes de Ahorro automotor suelen ser tomados por muchas personas como formas de ahorrar, ya que las cuotas pagadas equivalen a un porcentaje del vehículo a comprar. Si este sube de precio, nuestra inversión también lo hará. Por otro lado, se puede incluir la posibilidad de comprar un auto con leasing. ¿Qué es esto? Es una herramienta de financiación que te permite, a través de un préstamo, disponer del vehículo mediante el pago de un canon mensual. Algunos bancos, por ejemplo, se hacen cargo de todos los costos de financiamiento. Esas herramientas son útiles porque te ayudan a no perder el valor de tu dinero, pero también son más seguras que tener tus ahorros bajo el colchón. Tener billetes en tu casa es riesgoso: pueden robarte, pero, también, perdés capacidad adquisitiva frente a la inflación. Irte de vacaciones al exterior o comprarte un auto puede parecer algo inalcanzable. Pero, en realidad, es un sueño que tenés que visualizar. En la visualización, aparece la planificación. Ahí tenés que definir cuáles serán las estrategias de ahorro que sigas para hacer que tu sueño sea posible. Sea cual sea la estrategia que elijas, es crucial que tengas disciplina y constancia para llegar a la meta que querés alcanzar.