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El valor de mis bienes

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Cuál es el valor de mis bienes: qué significa cada categoría de mi patrimonio

El patrimonio de cada persona está compuesto por diferentes tipos de bienes, y conocerlos servirá para gestionarlos mejor.

El patrimonio de una persona, es decir, el conjunto de sus bienes, derechos, cargas y obligaciones, es un concepto muy importante a tener en cuenta para crecer financieramente. ¿Y cómo se logra esto? Mediante su correcta administración, donde resulta esencial conocer qué tipos de bienes lo componen.

Qué son los bienes

En primer lugar, hay que definir qué son los bienes de una persona. En términos simples, los bienes son elementos útiles y provechosos que generan cierto valor para quienes los poseen. La particularidad de los bienes es que pueden ser intercambiados, comprados o vendidos entre diferentes personas debido a que son una mercancía. Existen diversos tipos de bienes, pero los principales se clasifican según el entorno en los que se mencionan.

Bienes en economía

  • Bienes libres: son los bienes de acceso ilimitado, a los que cualquier persona puede acceder, como el aire, por ejemplo.
  • Bienes económicos: en cambio, los económicos no pueden ser conseguidos por todo el mundo, como el oro.
  • Bienes de consumo: en tanto, los de consumo son los bienes de uso cotidiano, normalmente destinados al consumidor final.
  • Bienes de inversión: en esta clase de bienes se encuentran todos los que permiten generar un beneficio luego de adquirirlos, como las acciones o los bonos.
  • Bienes intermedios: asimismo, los intermedios son bienes que se usan para la producción de otros bienes, son materias primas.
  • Bienes finales: también conocidos como bienes definitivos, ya están listos para el consumo y no necesitan de más procesos, como un alfajor o una remera.
  • Bienes públicos: por otra parte, estos bienes están a disposición de todos, como las iglesias o los hospitales.
  • Bienes privados: pero no los privados, que solo pueden utilizarse por sus dueños, como una casa o un auto.
  • Bienes de propiedad privada: en el medio se encuentran los de propiedad privada, que les pertenecen a una persona o grupo de personas, pero pueden ser utilizados por la comunidad, como un comercio.

Bienes en derecho administrativo

  • Bienes de dominio público: en la rama del derecho administrativo, los bienes de dominio público son aquellos que le pertenecen al Estado, aunque estén a disposición de los ciudadanos. Un clásico ejemplo es una calle, la vía del tren o un puente.
  • Bienes de dominio privado: en tanto, los de dominio privado también son del Estado, pero no pueden ser utilizados por el público general, como las propiedades que no tienen dueño o los yacimientos de sustancias fósiles.

Bienes en derecho civil

  • Bienes muebles: dentro del campo del derecho civil, los bienes muebles son los que pueden trasladarse de un sitio a otro sin inconvenientes ni repercusiones, como un televisor, una computadora, una mesa, etc.
  • Bienes inmuebles: por otra parte, los inmuebles no pueden ser movilizados de un lugar a otro, sin importar cuánta fuerza se aplique. Ejemplos hay de sobra, como las casas, los edificios y los terrenos.
  • Bienes fungibles: la particularidad de estos bienes es que desaparecen luego de un primer uso, aunque pueden reemplazarse por otros iguales. Sin embargo, mantienen su existencia para quienes los adquieren. El dinero es el caso más representativo.
  • Bienes no fungibles: a su vez, en esta categoría entran aquellos bienes que no pierden valor con su primer uso, como las obras de arte y los productos limitados. De acá proviene la sigla de NFTs (tokens no fungibles).
  • Bienes consumibles: como indica su nombre, son bienes que se pueden consumir a cambio de perder su existencia para siempre, no como los fungibles que pasan a tener valor para quienes los obtienen. Ejemplo: la comida.
  • Bienes no consumibles: y los no consumibles también se consumen, pero duran más, como cualquier cosa que se compre y no sea comida: ropa, zapatillas, relojes, juguetes, dispositivos electrónicos, etc.
  • Bienes simples: más vinculados con su composición, están los bienes simples, que son los que no pueden ser divididos (dentro de unos estándares), como una taza, un auricular o un perro.
  • Bienes compuestos: no obstante, los complejos están compuestos por varias partes que en conjunto crean una unidad, como una colección de arte o una enciclopedia de varios tomos. Tienen que estar juntos para tener razón de existir.

Cómo gestionar los bienes del patrimonio

Gestionar todos los bienes del patrimonio es una tarea que puede resultar muy difícil para muchas personas. En estos casos, lo mejor es contactarse con especialistas en el tema. Dependiendo del tipo de bienes, habrá que consultar con un asesor financiero o abogado, o directamente pedirle ayuda a un asesor patrimonial que administre todo de forma íntegra. El objetivo debe ser armar una estrategia que permita proteger el patrimonio a largo plazo, ya sea para uno mismo o para las próximas generaciones.

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