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Fondos Comunes de Inversión: cómo ganar más plata con la que ya tenés

Si no querés inmovilizar tu dinero en un plazo fijo, podés invertir en Fondos Comunes de Inversión. Es fundamental que antes definas qué tipo de inversor sos: conservador, moderado o agresivo. Conocé cómo podés hacer para multiplicar tu dinero. Para tener éxito con tus finanzas personales, es fundamental aprovechar cada peso para generar más capital. Si no querés inmovilizar tu dinero por un tiempo determinado en un plazo fijo, hay otras alternativas que pueden ser de gran utilidad. Pero para saber cuál se ajusta más a tus intereses y necesidades, primero tenés que evaluar qué tipo de inversor sos. De acuerdo al riesgo que estés dispuesto a asumir, podés ser conservador, moderado o de perfil agresivo. El riesgo que estés dispuesto a tolerar es directamente proporcional a la rentabilidad obtenida por tus ahorros. El conservador es aquel inversor que quiere minimizar el riesgo de asumir abultadas pérdidas económicas a cambio de obtener una rentabilidad anual bruta cercana al 2% o 3%. Los bonos del Tesoro de los Estados Unidos son el activo preferido de esta clase de inversores, ya que son considerados como unos de los instrumentos más seguros del mundo para invertir. Los de perfil moderado asumen un mayor riesgo que los conservadores pero no buscan retornos exorbitantes. Suelen tener un mayor conocimiento técnico de los mercados y realizan inversiones a medio plazo con el objetivo de obtener rentabilidades cercanas al 10%. Los inversores agresivos tienen grandes conocimientos del mercado y buscan rentabilidades superiores al 30%, aun con el riesgo de perder toda su inversión. Cuanto más riesgo asuman, más probabilidades de una alta rentabilidad en los retornos de la inversión o de una alta pérdida del capital invertido. La rentabilidad es el beneficio obtenido por una inversión. En concreto, se mide como el ratio de ganancias o pérdidas obtenidas sobre la cantidad invertida. Normalmente se expresa en un porcentaje, que refleja las ganancias o pérdidas en un período de tiempo determinado.

La mejor manera de obtener una rentabilidad atractiva manteniendo un riesgo bajo es diversificar los fondos entre distintos instrumentos de inversión. Los especialistas llaman a esa estrategia “diversificación de la cartera de inversión”. Seguramente habrás escuchado el refrán popular que dice “nunca debes poner los huevos en la misma canasta”. Justamente a esto apunta este consejo: si la canasta se rompe (la inversión sale mal) no habrá sido tan grave, porque los huevos (otras inversiones) estarán en otro lugar. Si la inversión está toda concentrada en un lugar, en caso que vaya mal eso arrastrará a todos nuestros ahorros. Por eso, una alternativa para los recién iniciados en el mundo de las inversiones es apostar por los Fondos Comunes de Inversión. Se tratan de fondos administrados por bancos o ALyCs (Agentes de Liquidación y Compensación), que compran distintos activos, como acciones o bonos, que cotizan tanto en el país como en el extranjero. Es decir, se invierte en un solo activo, pero este a su vez reinvierte en diferentes lugares. Si recién estás empezando a invertir y tenés ganas de animarte a algo distinto a un plazo fijo, pero no tenés muchos conocimientos sobre el mercado, los Fondos Comunes de Inversión son una opción ideal para vos. Los responsables del Fondo administran la cartera, mientras que los inversores confían en su expertise y aportan capital, comprando cuotapartes del Fondo Común de Inversión. Cada FCI tiene un determinado objetivo de rentabilidad y riesgo respecto a las inversiones que realiza, las cuales detalla a sus eventuales cuotapartistas. Son abiertos o cerrados, en función de la cantidad de cuotapartes que ofrezca, y algunos invierten sólo en renta fija (bonos), otros en renta variable (acciones) y también están los mixtos, que combinan ambos instrumentos. Para conocerlos mejor, el equipo de Itaú Asset Management preparó un gráfico con los diferentes fondos que tienen, en función del riesgo y plazo para invertir (podés verlo acá). Comparar es otra forma de conocer mejor a qué fondo le está yendo mejor. Recordá igualmente que los rendimientos pasados no necesariamente se repetirán en el futuro. Mirá aquí por ejemplo el rendimiento que tuvieron las cuota parte de los fondos de Itaú en los últimos 7, 30, 60,90, 180 y 365 días.

Cómo invertir en un Fondo Común

Para invertir en un Fondo Común de Inversión (FCI), es necesario abrir una cuenta comitente en un banco o una ALyC, una sociedad que actúa como intermediaria entre los inversores o las empresas y los mercados. La Comisión Nacional de Valores (CNV) es la encargada de registrar, controlar y regular a los FCI, lo que se transforma en una garantía de seguridad para los inversores. La CNV está orientada a proteger a los inversores y crear un marco normativo capaz de contribuir al desarrollo de un mercado de capitales sustentable y seguro. En este sentido, cada FCI, como cada sociedad gerente y depositaria, debe contar con previa autorización de ese organismo para funcionar. Uno de los aspectos más atractivos de los FCI es su liquidez. A diferencia del plazo fijo, en el cual se inmoviliza el capital por al menos 30 días, las cuotapartes de los Fondos pueden ser vendidas en cualquier momento. Una vez enviada la orden de venta, el dinero estará disponible en la cuenta comitente del inversor en el mismo día, a las 24, 48 o 72 horas, dependiendo del FCI. Si tu objetivo es multiplicar tu dinero de forma fácil y segura, los Fondos Comunes de Inversión son una alternativa atractiva. Tan sólo tenés que abrir una cuenta comitente a través de Home Banking o la app de tu banco y comenzar a operar.