Invertir es hacer crecer tu dinero. Lo podés lograr con un plazo fijo, comprando acciones o bonos en el mercado de capitales, o adquiriendo un auto, un micrófono o una máquina de coser. Breve guía para saber qué opciones tenés y cuál de ellas se adapta mejor a tus necesidades.

Invertir significa usar dinero en proyectos, negocios y otras alternativas que te permitan no sólo recuperarlo, sino también obtener una ganancia. En otras palabras, invertir implica una acción, ‘mover’ la plata, con el fin de que su valor suba o, al menos, no pierda contra la inflación. Cómo veremos a continuación, hay diferentes maneras de utilizar tus ahorros para generar más dinero. Lo importante es identificar cuáles de esas opciones se adaptan más a tus preferencias y posibilidades. Invertir es muy importante porque te permite incrementar tus bienes para lograr mejorar tu calidad de vida hoy y futuro. Por ejemplo, en caso que inviertas para tener una reserva de plata para tu vejez. Como el manejo de tus ingresos y el ahorro, invertir permite optimizar tus finanzas para que vivas una vida lo más cómoda y plácida posible. Antes de adentrarnos en las opciones, tenés que analizar algunas cuestiones antes de poner tu plata a trabajar. Recordá que siempre es recomendable, como dice el refrán, ‘no poner los huevos en la misma canasta’. Es decir, lo menos riesgoso es que tengas varias inversiones diferentes. De esta forma, si alguna ‘falla’ no perderás todo tu capital, como se llama al monto de dinero efectivamente invertido en primera instancia.

Una forma inteligente de tener menos riesgo es que tengas varias inversiones diferentes.

Tres cosas a tener en cuenta ante de invertir:

Plazo: es el tiempo en el que esperas invertir el capital. Por ejemplo, un plazo fijo tradicional tiene una duración mínima de 1 mes pero un plazo fijo UVA el tiempo mínimo es de 90 días. Un Fondo de Inversión podés retirar el capital en general en 24, 48 o 72 horas. Rentabilidad: es la ganancia que tendrás de la inversión. Usualmente se utiliza la Tasa de Interés para identificar esta ganancia. Por ejemplo, si inviertes 1.000 pesos en un plazo fijo y obtienes 1.200 al final del periodo, habrás obtenido 200 pesos de interés, es decir, 20%. Riesgo: toda inversión conlleva un riesgo. Como dice el refrán, “el que no arriesga no gana”. A mayor nivel de rentabilidad esperada es esperable un mayor nivel de riesgo. Un plazo fijo prácticamente no tiene riesgos, por lo que la tasa de interés suele ser moderada. Las acciones, por ejemplo, pueden tener fuertes subas en poco tiempo, pero también bajas pronunciadas, por lo que son consideradas más riesgosas.

¿Cuáles son las opciones de inversión más populares?

Inversiones financieras y en el mercado de capitales Uno de los instrumentos más simples es el plazo fijo. Hay diversos tipos: desde los tradicionales en pesos o en dólares hasta los de renta variable, como puede ser los Plazos Fijos UVA, que ajustan según la suba de la inflación. El plazo fijo es una alternativa de inversión en la que se pacta el plazo y la tasa de interés antes de invertir. Depositás tu dinero en el banco por un tiempo determinado. Al terminarse ese período, recibís el monto que depositaste más un adicional en concepto de interés. Como el dinero está inmovilizado hasta la fecha de finalización del plazo fijo, tenés que pensar si en ese tiempo, el interés del plazo fijo será mayor que la inflación. Otra opción es invertir en el mercado de capitales. Este es un lugar público en donde se encuentran quienes necesitan dinero y quieren invertirlo. Tanto las empresas como los gobiernos con necesidad de dinero acuden a este mercado. A cambio, dan una promesa de pago futuro (bonos) o una participación en los beneficios de la empresa (acciones), entre otras. Al extender su oferta de valores al público, esa entidad se financia a una tasa de interés menor a la que hubiese accedido en una sola entidad bancaria. Por su parte, los inversores pueden obtener una rentabilidad mayor que si hubiesen apostado por un plazo fijo, aunque también pueden tener una rentabilidad menor. Es decir, el riesgo es mayor. El tipo de activos que se negocian en la Bolsa son instrumentos de Renta Fija (bonos) o Renta Variable (acciones). También podés invertir en esos activos abriendo una cuenta comitente en tu banco o en un Agente de Liquidación y Compensación (ALyC). El menú de opciones es amplio: acciones de empresas argentinas que cotizan en el Merval; bonos de Estados nacionales o provinciales; Letras del Tesoro; Cauciones en pesos; Cedears (Certificados de Depósito Argentino acciones de empresas que cotizan en el extranjero); y Obligaciones Negociables, que son emitidas por las empresas para financiarse.

Negocios con una baja inversión inicial

Si lo tuyo no son las inversiones financieras, podés destinar tu dinero a una inversión en bienes materiales que, una vez adquiridos, te permitan ganar dinero. ¿Qué te parece implementar un negocio que requiera poca inversión y con el cual puedas obtener ganancias? Es clave hacer previamente un relevamiento de mercado para saber si tu servicio responde a las necesidades de tus potenciales clientes y cuál sería el flujo de dinero que tu negocio podría generar. Si te sentís atraído por el mundo de los emprendedores, esta es una lista de opciones que requieren un capital inicial (inversión) no tan importante: Textil: Podés comprar una máquina de coser y capacitarte para confeccionar prendas de ropa. Oficios y capacitaciones: Si sos profesional o tenés un oficio, podés ofrecer un servicio de consultoría y capacitación en tu área de especialidad. Lo más importante es crear una cartera de clientes. Negocio gastronómico: Otra alternativa es cocinar en tu casa y vender en línea tus comidas más sabrosas. Canal de YouTube: Podés crear contenido y monetizarlo en las redes. Para eso, necesitás un buen micrófono, iluminación y una cámara. Automóvil /Taxi: Comprar un auto requiere más dinero, pero es otra forma de generar ganancias. Podés manejar para una app de transporte y movilidad o tramitar una licencia de taxi. Por supuesto que estas no son las únicas alternativas para invertir. Pero sí un buen punto de partida para entender que el dinero hay que usarlo para que aumente y mejorar tu calidad de vida.