La tarjeta de débito es la herramienta más cómoda y segura para pagar sin utilizar efectivo o para extraer dinero de cajeros automáticos y comercios habilitados. Qué es lo que tenés que saber para usarla con eficacia.

Tal vez no exista un invento de los bancos más cómodo y útil como es la tarjeta de débito. Su lógica es simple: sirve para pagar sin tener que usar efectivo o para extraerlo en cajeros automáticos o comercios habilitados. Hace muchos años, los bancos daban una libreta de ahorros de papel en donde figuraban las extracciones, depósitos y los saldos. Hoy todo se realiza desde una tarjeta de plástico: todo lo que uno hace con ella se ve en tiempo real reflejado en nuestra cuenta y, por supuesto, en Home Banking. ¿Por qué es tan cómoda y útil la tarjeta de débito? Sus puntos fuertes radican justamente en que permite disponer de la plata que tenés en tu cuenta bancaria sin salir a la calle con una cantidad enorme de efectivo. Esto es aún más útil si tenés que comprar o recibir una suma de dinero importante, porque el billete de más valor en Argentina es de 1.000 pesos. Así como hay millones de cuentas diferentes en Argentina, hay casi 1 por cada 2 habitantes de Argentina. Para ser más exactos, hay 24.561.354 tarjetas de débito, según un recuento del Banco Central de la República Argentina. Hay menos tarjetas de débito que cuentas porque una tarjeta puede estar asociada a más de una cuenta.

Con la tarjeta de débito disponés de la plata que tenés en tu cuenta bancaria sin tener que salir a la calle con efectivo.

En concreto, la de débito es una tarjeta bancaria de plástico con una banda magnética en el reverso y un chip electrónico que guarda información sobre los datos de acceso, el nombre y número de cuenta del titular. Hay 3 tipos de acciones que podés hacer con las tarjetas de crédito en relación con el saldo. El saldo es el dinero que está en la cuenta después de realizar una operación. Estos tres tipos son: acciones activas, pasivas y neutras. Las activas son las que hacen aumentar tu saldo -si depositas, te pagan el sueldo o te da un beneficio bancario por usar la tarjeta-. Las pasivas, en cambio, hacen que tu saldo baje: si extraés, transferís, comprás o pagas un servicio. Las neutrales, en cambio, no incrementan ni disminuyen el saldo disponible.

Cómo comprar con tarjeta de débito

Se llama ‘tarjeta de débito’ porque el dinero se toma de la cuenta bancaria del titular de la tarjeta. Es decir, cuando compramos en un comercio se usa el saldo disponible en la cuenta y la plata se descuenta automáticamente. Por eso, en caso que tengas una caja de ahorros, para comprar o retirar dinero la cuenta sí o sí debe tener fondos disponibles. Ya lo veremos más adelante, pero para que vayas sabiendo: existen formas de extraer o comprar algo cuando no tenés plata en tu cuenta. Las dos maneras más comunes es con una tarjeta de crédito o bien mediante una cuenta corriente, que similar a la caja de ahorros pero tenés un monto extra para poder girar en descubierto. Para poder llegar a tener una tarjeta de crédito o una cuenta corriente es clave que empieces con una caja de ahorros: de esa forma el banco conocerá tu perfil de cliente y aceptará prestarte plata. Con una tarjeta de débito asociada a una caja de ahorro es fácil controlar nuestro gasto porque no podemos gastar más plata de la que tenemos en la cuenta. Es decir, la plata que tenemos es el principal límite. Además, tiene un límite de compra y extracción diario, por lo que no podés excederte y gastar más allá de ese monto. El límite por lo general lo fija el banco y podés modificarlo en Home Banking o en los cajeros automáticos.

Pagar o cobrar con la tarjeta de débito es más barato y el pago se acredita más rápido.

En general, el límite que tenés puede ser entre 10.000 y 20.000 pesos. El tope que manejan los bancos suele ser de $ 50.000 si usás un cajero automático de un banco donde no tenés cuenta y de $ 70.000 si lo hacés en un cajero de tu banco.

Beneficios de la tarjeta de débito

La tarjeta de débito, por otra parte, es más segura tanto para su dueño como para el comercio que acepta los pagos efectuados con ella. Cuanto menos efectivo haya en una transacción, menos posibilidad de ser víctimas de un robo o hurto. Además, otra ventaja de pagar o cobrar con tarjeta de débito es que es más barata y el pago se acredita más rápido. Las compras con débito son más convenientes porque no cobran los impuestos del servicio de financiación de una tarjeta de crédito. Además, se procesan en menor tiempo, lo que permite al comerciante tener acceso a los fondos más rápidamente.

Como extraer dinero del banco

Más allá de comprar y pagar, con una tarjeta de débito también se puede sacar plata de los cajeros automáticos y en algunos comercios. A su vez, en esos cajeros se puede consultar saldos, realizar depósitos, pagar servicios y enviar transferencias a otras cuentas. Otra forma de consultar los movimientos y consumos realizados con la tarjeta de débito es ingresar al Home Banking y, una vez allí, consultar la opción tarjetas. Consultar el saldo de tu cuenta es también clave para saber cuánto más podés gastar con tu tarjeta de débito. Cada vez es más común hacer transacciones con las tarjetas de crédito. Hoy, casi la mitad de las transacciones se hacen por este medio. En otros países incluso se utiliza más que en Argentina. ¿Viste la enorme cantidad de beneficios que tiene?